En este momento estás viendo El país-paisaje Alain Roger

El país-paisaje Alain Roger

Roger nos dice retomando a Strauss que “el arte toma posesión de la naturaleza por medio de la cultura” (2007, p.16). Exponiendo que solo el arte determina la naturaleza y es gracias a la cultura que se ha hecho que sea visible. En esa relación entre arte, cultura y naturaleza, se debate el paisaje con su propio territorio, conformando una unidad que se puede llamar país-paisaje.

El país es el grado cero del paisaje. Se presenta como conjunto físico que es posible contemplar. Es el soporte que comprende un territorio determinado cultural y socialmente, pero hasta no ser percibido no se hace paisaje. Entonces, en palabras de Roger, “Las cosas son porque nosotros las vemos, y la receptividad así como la forma de nuestra visión dependen de las artes que han influido en nosotros (2007, p.19). Por ello, la naturaleza así como el país, no existen hasta que son vistas, pues “la mirada humana es el lugar y el médium de una metamorfosis incesante” (2007, p.18). Así, la mirada es creadora de los objetos que conforman la realidad, y “aunque la creamos pobre, es rica y está saturada de una profusión de modelos (…)” (2007, p.20). Adquiriendo un sentido estético en cuanto son soportados en la cultura.

El paisaje como “cuadro que representa un país” es por su parte la abstracción que sucede con el territorio al ser observado con los ojos de la cultura. Son las imágenes construidas desde modelos culturales las que conforman ese país. Por otro lado, el paísse presenta como lugar, así existen infinidad de escalas que conciben paisajes regionales, nacional o locales; según este soportado territorialmente ese paisaje.

84 visualizaciones

Entrada no marcada como Me Gusta

Entradas Recientes

Ver todo

Edificio de vivienda en el centro de Medellín

58

Entrada no marcada como Me Gusta

La doble artealización de Alain Roger

280

Entrada no marcada como Me Gusta

Qué es el paisaje

44

Entrada no marcada como Me Gusta

Comentarios


Escribir un comentario…

II.

Deja un comentario